viernes, 9 de septiembre de 2011

Capítulo 12: Una pregunta sin respuesta

¡Necesito saber que está ocurriendo! No entiendo nada, nada. Ahora mismo no sé que le pasa, porqué se está comportando así. Ni siquiera ha vuelto a apartar la mirada como suele hacer siempre, normalmente me mira, yo me doy cuenta pero en seguida nos reímos y seguimos con otro tema.. ¿Pero ahora? Alomejor es cosa mía, alomejor ni siquiera pasa nada, a veces le doy demasiadas vueltas a las cosas cuándo en realidad no es nada. Me lo dicen mucho, yo misma me doy cuenta.. Exagero las cosas, monto películas dónde no las hay y muchas veces éso me trae consecuencias, problemas, comeduras de cabeza.

- Daniel ¿Qué te ocurre, te encuentas bien?- consigo hablarle, a ver si así deja de mirarme de ésa manera o mejor dicho a ver si así deja de mirarme-.
- ¿A mí? ¿Qué me va a pasar, tonta? Ahora estoy mucho mejor que antes, me lo noto. Gracias a tí..- noto como coloca una de sus manos encima de mi pierna, casi por encima de la rodilla y yo de repente me asusto, creo que se ha dado cuenta y por éso se ríe.-
- Ya te lo he dicho, no me lo tienes que agradecer.. Para éso estamos los amigos ¿No?- le sonrío, ahora mismo me siento incómodo. Nunca antes me había sentido así cerca de él, estando con él. Siempre he estado cómoda, sin vergüenza, simplemente siendo yo misma.. Joder, relájate Anna.-
- ¡Bueno cambiemos de tema! Que aquí para cabezones, ya servimos nosotros dos..- nos reímos y por fin suelta mi pierna, vuelve a colocar su mano como antes- Al final no ha estado mal la película, aunque un poco tonta eh.. ¡Menudo final! Recuérdame que no te vuelva a dejar elegir película, eh.- me vuelve a sonreír, como a cada mínuto. Sólo que ésta vez, no me aparta la mirada de encima.. Como antes, otra vez igual.-
- Bueno pero te ha gustado ¡reconózelo! Si sólo estoy yo, no tienes a nadie más a mí no me mientes.. Sé perfectamente cuándo una película no te ha gustado, cuándo la has encontrado normal y cuándo la has disfrutado Daniel, a mí no me mientes- le sonrío divertida sabiendo que llevo razón. Por suerte en éstos casos le conozco demasiado.-
- Joder cualquiera diría que me conoces tan bien.. ¿Así que sabes la cara que pongo cuándo me gusta una película y cuándo no, eh? ¡Venga abuela! No me cuente a mí historias, que todavía no es hora de dormir- empezamos a reírnos, sobretodo yo. Cuándo empieza a imitar o a hablarme de ésa manera me encanta, me río muchísimo..- ¡Anda cállese! Que no sabe lo que dice, señorita.-
- ¡Y tanto que lo sé! Te conozco mucho más de lo que tú te crees, a veces demasiado.. ¿Sabes? Incluso sé las caras diferentes que pones cuándo hablas de un tema que te gusta, cuándo tienes que fingir, imagínate. Así que no te hagas tanto el chulo, el flipado que te tengo cogido- se lo digo en el tono más prepotente que me puede salir, él se me queda mirando unos minutos y luego se levanta, se da la vuelta y me sonríe, sí. Debo admitir que sus sonrisas me pueden, no sé siempre me han gustado.-
- ¿Oye te vienes o no? Si prefieres quedarte ahí sola, allá tú.. Ya te sabes el camino ¿Verdad? No te hace falta una guía ni nada ¡tú te apañas solita!- y se dirige a su habitación, yo me quedo mirándolo con cara de prepoténcia. Si lo que quiere es jugar, yo le puedo dar juego.. Así que decido quedarme en el sofá, me pongo cómoda y enciendo la televisión, como era de esperar al cabo de unos segundos lo veo apoyado en la pared, mirándome.-
- ¿Qué haces ahí? Ah perdona cari, es que resulta que ahora hechan mis series, los programas que a mí me gustan y claro como no quiero estorbar.. Además, yo me sé el camino eh ¡Tú tranquilo! Ni que me fuera a perder yo, por favor- nada más terminar de hablar, incluso antes noto como está justo detrás mía y me coje sin avisar, me veo encima de él, cogida a la mala manera y él riéndose y disfrutando.-
- ¿Ahora qué? ¡Claro, claro! Ahora ya no te ríes tanto, ahora ya no le encuentras la gracia.. Pues que sepas que me has obligado a cojerte, a raptarte para llevarte hasta mi habitación. ¡Porqué siempre haces lo que quieres! Y eso no puede ser, no, no.-
- ¡Tú eres imbécil no, lo siguiente! Daniel ya me puedes ir bajando, en serio..- no puedo dejar de reírme mientras le digo ésto, la situación es divertida. Me ha cojido como se le coje a una novia recién casada, justo cuándo en las películas sale que se la lleva a la habitación sólo que en vez de estar mirándole a él, me ha cojido al revés. No paramos de reírnos los dos aunque yo intento darle lo más fuerte posible por todos lados pero sin resultado- Daniel Martínez Villadangos como no me sueltes ya te juro que en cuánto pueda quitarte de encima voy a ir a por tí y hasta que no te haya dejado el brazo, las piernas e incluso la cara morada no voy a parar ¿Me has oído? ¡Y deja de reírte!- él empieza a reírse mucho más, entramos en su habitación con un poco de dificultad justo en la puerta y de repente se cae en la cama, me suelta y él se tumba cansado, hagotado.-
- Por dios, mira que no comes casi nada pero pesar.. ¡Pesar pesas, eh! Abuela que a su edad es bueno hacer ejercicio, cuidarse más y comer ensalada, verduras, fruta. Vamos, lo esencial son cosas que no engorden- estamos los dos tumbados en la cama, de aquella manera posible. Cuándo consigo colocarme bien, me ve con las intenciones y justo empiezo a pegarle, a aporrearle como puedo, intentando causarle daño pero lo único que hace es reírse, reírse de mi fuerza.

Nos pasamos un tiempo así, justo de ésa manera. Él tumbado en su cama, moviéndose por todos lados mientras yo justo al lado de él, medio sentada intento causarle algún daño, algún manotazo pero sin mucho resultado.. Lo único que hago es reírme, divertirme por darme cuenta de lo tontos que somos, de lo infantiles que podemos llegar a ser y de lo bien, aunque raro a la vez, que me lo paso siempre al lado de él. Y justo en éste momento me canso, decido rendirme y él me para, me quedo sentada a su lado, sin hacer nada sólo pensando. Se produce un silencio agradable, para nada incómodo y empiezo a darme cuenta de que alomejor todo ésto tiene algún sentido, que todo ésto acaba en alguna parte.. Dani empieza a tocarme la pierna suavemente, casi sin rozarla y haciéndome cosquillas. Me doy cuenta de que ahora, justo en éste momento en el que se cruzan nuestras miradas me vuelve a mirar de la misma manera que en el salón, que cuándo estabamos los dos uno al lado del otro. No es ésa mirada, no es ninguna de las miradas que suele hacerme, la forma en la que me mira y me ha estado mirando hoy durante todo el día no es igual, algo cambia, algo es diferente. Y sé que ahora mismo estará pensando alomejor porqué le sigo mirando yo también, porqué al darme cuenta de que me está mirando porqué no he apartado la mirada, porqué no he mirado hacia otro lado como he solido hacer antes, estará pensando porqué razón ahora no aparto la mirada yo tampoco y porqué seguimos mirándonos los dos como tontos.

- ¿Te puedo preguntar algo Annita? Pero quiero que sí me dices que sí lo digas de verdad, no porqué sea la respuesta que yo quiero oír ¿Entendido?- me sigue acariciando la pierna, empieza por abajo y va subiendo lentamente.. Yo aparto la mirada siguiendo el camino de su dedo deslizándose sobre mi pierna pero en seguida vuelvo a mirarle, ni siquiera me lo pienso y le respondo afirmándole con una sonrisa.-
- Claro que sí, sabes que siempre te he dicho la verdad, tonto- él me vuelve a sonreír, con cariño.-
- Está bien.. Pero recuerda que sea cuál sea la pregunta no puedes quedarte en blanco, ni poner cualquier excusa para no contestar, ni siquiera te podrás ir sin responder antes- se coloca mejor en la cama, aparta su mano de mi pierna y decide levantarse un poco más, tampoco mucho. Me vuelvo hacia él, justo le tengo al lado, me vuelve a mirar pero agacha la cabeza hacia abajo.-
- ¿Qué te ocurre, no me ibas a preguntar algo? ¡Que tonto eres a veces! Venga pregunta, dispara que por mí no hay ningún problema, dime. Puedes confíar en mí Dani..- le acaricio la pierna para que note que estoy ahí, pero él vuelve a agachar la cabeza y cuándo vuelve a subirla, al mirarme se le dibuja una sonrisa medio torcida, se me queda mirando unos segundos y se muerde el labio mientras se vuelve a reír, ésa risa que tanto me gusta.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Capítulo 11: ¿Las cosas han cambiado?

A veces pienso que hago demasiadas cosas, demasiados sacrificios por él. Aunque luego me da por pensar y sé perfectamente que él haría lo mismo por mí, incluso más.. Siempre ha estado ahí cuándo le he necesitado, en los peores momentos cuándo lo único que quería era llorar y quedarme sola en casa. Él estaba a mí lado para desahogarme y no tener que fingir más, poder contarle mis cosas, para escuchar y apoyarme, darme su opinión.. Parece mentira que seamos de diferente sexo y que todavía no haya pasado nada, pero por éso le tengo tanto aprecio, supongo. Ya ha pasado más de una hora desde que Dani se ha quedado dormido, se nota que no está bien, que no está como siempre.. No tengo nada que hacer ya que le he recojido las cosas que tenía por en medio, vuelvo al salón dónde estaba tumbado y lo vuelvo a ver; con las manos a un lado, debajo de su cara, encojido y tapado completamente con la manta. Me siento justo delante suya, me quedo observándole, no sé porqué pero me tranquiliza verle, darme cuenta de que le sigo teniendo y que va a estar a mí lado, para cualquier cosa. De repente me doy cuenta como se mueve del sofá, me asusto y me separo un poco de él, se despierta poco a poco y consigue abrir los ojos, me sonríe y se pone derecho.

- ¿Sigues estando aquí, Annita? Joder me da pena que tengas que estar aquí toda la tarde.. ¿Por qué no te vas ya? Si estoy mejor, mira ya casi no tengo sueño y me encuentro mejor, en serio.-
- ¡No seas imbécil como de costumbre, anda! Si yo estoy aquí, cuidando de tí es porqué quiero y punto, no te tienes porqué sentir mal ni te tengo que dar pena.. ¿Vale?- le sonrío, intentándole decir que me gusta estar aquí, con él. Él me devuelve la sonrisa, ésa sonrisa que tanto me gusta.. Se sienta, dejándome un espacio para que vaya.-
- Está bien, cabezona.. ¡Pero no hacía falta que vinieras, y te lo dije por el móvil! Sólo que no me dejaste decir nada más. Supongo que si has venido es porqué disfrutas de mi compañía ¿verdad?- me siento a su lado, recoje la manta y me sonríe traviesamente, parece que vuelve a ser él.- Tienes que reconocerlo eh, si no me quisieras y no te importara tanto ahora mismo no estarías aquí ¡reconózelo, pequeña! Soy irresistible..- me hecho a reír y le doy un pequeño golpe en el brazo, no le quiero hacer daño estando tan frágil. Él empieza a reírse pero me sigue mirando, creo que lo dice en serio..-
- ¡Claro! Es verdad, parece mentira que me conozcas tan bien.. Si estoy aquí cuidándote, quedándome contigo es porqué eres mi amigo y los amigos hacemos estas cosas. Además chulo, sé perfectamente que tú hubieras hecho lo mismo por mí ¡Así que tampoco hables tanto, eh!- nos volvemos a reír los dos, estamos un tiempo diciéndo chorradas, tonterías de las nuestras y sobretodo picándonos como niños pequeños, como siempre.-
- ¿Quieres que me arregle un poco y preparo unas palomitas para ver una película? Te diría de salir fuera pero, tampoco estoy como para que me vea mucha gente.. Tengo que tener un aspecto horrible, así que te tendrás que conformar con quedarte aquí conmigo, tampoco tiene que estar tan mal..- se levanta y observo como va a su habitación y cierra la puerta, pero antes me sonríe divertido. Yo me levanto y arreglo un poco el sofá, recojo la manta, los mandos y me vuelvo a sentar, espero a que venga él mientras eligo una película.-
- ¡Daniel! Ya he elegido una película, pero no sé si te gustará.. Estoy segura que no es de tu tipo, porqué es demasiado romántica para tí. ¿Qué te parece?- sale de su habitación, se ha puesto unos vaqueros a mitad de las rodillas y una camiseta lila, simple. Va hacia la cocina, prepara las palomitas y se sienta a mí lado, se pone cómodo y me sonríe.-
- ¿Un paseo para recordar? Joder Annita, anda que elijes alguna con más acción o algo.. Bueno no, rectifico: con acción. Pero bueno si te apetece a tí me da igual. ¡Venga ponla! Que nos vamos a pasar aquí la noche entera abuela. Espero que por lo menos esté bien porqué si no, menudo mierdo Annita..
- ¡Que sí pesado! Yo ya la he visto, pero me gustó tanto que me apetece volverla a ver, es una historia demasiado bonito, de las que me gustan a mí cari.. ¡Un panzón de llorar que me dí!- Dani empieza a reírse y me mira divertido, yo le sigo el rollo y también me río.

Consigo poner la película, voy a por las palomitas ya terminadas y me siento al lado de él. Intento no pegarme demasiado a él por sí le molesta o si se siente incómodo pero en seguida se coloca cerca de mí y me hace una señal como si no pasara nada, dándome a entender que a él no le importa para nada. Supongo que ya hay demasiada confianza como para preocuparme por éstas cosas.. Vemos la película y yo ya estoy llorando, es superior a mis fuerzas, Dani se da cuenta pero no me dice nada, sabe que me pone nerviosa que me digan algo, sólo apoya su cabeza en mi hombro tiernamente y me da un ligero beso, siempre lo hace. Al final consigo secarme las lágrimas y cuándo miro a Dani me doy cuenta de que me está mirando, seriamente sin apartar la mirada y noto una sensación rara.. Aparto la mirada hacia otro lado, dándole tiempo a apartar la mirada, me vuelvo a girar hacia él pero me doy cuenta de que me sigue mirando pero de repente se ríe y me toca el pelo, muy dulcemente. ¿Y ahora qué le pasa a éste? A saber.. Alomejor al ver la película se ha puesto un poco sensible, aunque lo dudo mucho siendo como es él. ¿Pero entonces por qué me mira así, por qué no aparta la mirada cómo hace siempre? Aunque me ha sonreído, me ha aliviado un poco más, ahora me toca el pelo.. Noto como me estoy empezando a poner nerviosa, en éstos casos siempre me ruborizo y acabo poniéndome roja, demasiado. Me levanto para tirar los pañuelos y voy hacia el baño, me hecho agua en la cara y consigo que los ojos dejen de estar rojos e hinchados, por las lágrimas en la película, salgo hacia el salón otra vez y me vuelvo a sentar como antes. Y a sorpresa mía, él sigue exactamente igual que cuándo me he ido, sentado justo al lado y mirándome, como si estuviera esperando algo, como si quisiera decirme algo importante, no lo sé.. Le sonrío a respuesta, como saludo y él agacha la cabeza pero la vuelve a subir y me mira directamente a los ojos, con una mirada intensa que creo no haber visto nunca en él, al menos que yo recuerdo ahora. Y sin apartar la mirada de mis ojos, puedo verme reflejada completamente en sus pupilas y me doy cuenta de que obervo a una chica rubia con ojos azules y mirada asustada, con unas mejillas un pelín ruborizadas y con una cara inexpresiva, sin saber que decir ni que hacer.. ¿Qué se supone que está pasando? Ahora mismo no entiendo nada, no.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo 10: Cuido de tí

Consigo levantarme de la cama pero con mucha fuerza de voluntad. Odio tener que madrugar, siempre lo he odiado y lo seguiré haciendo.. Recuerdo que cuándo me quedé a casa de Dani a dormir el año pasado, no hacía más que reírme porqué me decía todo el rato dormilona, salimos a cenar aquella noche y nos lo pasamos genial, estaba realmente cómoda con él, como siempre. Se nos hizo tarde, como era fin de semana y no me pude ir a Mollet Dani me dijo que me quedara a dormir en su casa, yo acepté y disfruté como nunca. Nos pasamos la noche haciendo el tonto, riéndo, cantanto, bebiendo. Me desperté a las dos del mediodía y con un dolor de cabeza espantoso, él se reía al verme tan mal.. Me pasé casi todo el día durmiendo en el cama, no podía ni con mi cuerpo pero Dani no hacía más que hacerme cosquillas, tirarme almohadas y cojines.. No me dejó dormir nada. Me levanto y me preparo el desayuno, me lo tomo mientras veo un poco la televisión y luego recojó la cocina, me voy al baño a arreglarme y luego a vestirme, consigo ponerme lo primero que veo en el armario, intento hacer algo con mi pelo, cojo el bolso y voy a trabajar. Llegó temprano ya que no hay casi nadie todavía, me meto en mi camerino y me relajo un poco, empiezo a estudiarme el guión y de repente alguien toca mi puerta.

- Annita ¿Se puede?- es Flo, siempre toca igual.-
- Claro, pasa. ¿Ocurre algo?- entra y se sienta en el sofá, justo delante mía.-
- Tranquila, no es grave.. Sólo que hoy no vendrá Dani, me ha llamado diciéndome que se encuentra muy mal, con dolor de cabeza, vomitos y fiebre y que no podrá venir. No sé que le habrá podido pasar pero bueno haremos el programa igual ¿Vale?.-
- ¿Pero él está bien? Joder, luego le llamaré para haber como está.. Vale, claro. Gracias por decirmelo, por cierto. No sé que le ha podido pasar, ayer estubo conmigo toda la tarde y le encontré bien.. Menudo chico, a saber dónde se fue por la noche- los dos nos reímos, sabiendo perfectamente que es verdad. Flo me da un abrazo y se marcha de mi caremino, me quedo sola y decido centrarme en el guión, sin resultado.

¿Y si le ha pasado algo grave? ¿Y si fue por mi culpa? No, lo dudo.. Yo no hice nada, simplemente estubimos dando una vuelta y ya está, no le pudo pasar nada. ¿Pero y si se encuentra mucho peor? Alomejor necesita ir a un médico.. ¡Vamos Anna! Deja de pensar, luego le llamas y te pasas por su casa a visitar al enfermo ¿Vale? Ahora concéntrate en el guión y en sabertelo, no puedes hacer el ridículo en medio del programa, no. Me arreglan como siempre: maquilladoras, estilistas y peluqueras, me dan un cambio increíble. Salgo a la espera dónde siempre está Dani pero hoy no.. Empezamos el programa y se pasa normal, con las mismas tonterías de siempre. En el tiempo de publicidad extraño a Dani, siempre me acerco a él y le hago algo, algún gesto de cariño. Volvemos y me río con Flo, nos reímos varias veces y terminamos con una despedida, hoy no hemos hecho 6 en Ranking, sin Dani no tiene gracia. Salgo hacia mi camerino, me cambio y me desmaquillo, coloco las cosas en mi bolsa y decido llamar a Dani, espero que lo coga..

- ¿Hola, Annita?
- ¡Dani! Me contó Flo como estás, con dolores de cabeza, vomitos, fiebre, etc. ¿Cómo te encuentras, mejor? Me tienes preocupada, eh.
- Pues sí, estoy hecho mierda pequeña.. Me tendrías que ver, tumbado en la cama y en el sofá con una manta y viendo la tele, calavado a tí ¡parezco una abuela!- nos reímos los dos, aunque él tose de vez en cuando. Le noto la voz muy ronca, no debe de estar muy bien..-
- Pues te quería proponer algo.. ¿Te parece bien qué vaya a tu casa a cuidarte? O por lo menos a mirar a ver como estás, ahora salgo de aquí y voy directa así tardo menos.. ¡Y no me vale un no por respuesta! Estoy segura que tú harías lo mismo por mí, así que de todos modos llevo razón y lo sabes- escucho como se ríe, reconozco su risa perfectamente.-
- No quiero que te preocupes tanto por mí, Anna.. Tampoco estoy tan mal, además es un jaleo que tengas que venir hasta mi casa, con las cosas en tu coche. Nada déjalo, mañana nos veremos como siempre y te estaré gastando bromas como siempre, en serio no vengas..-
- Vale, pues tú estáte preparado para recibir a alguien por sorpresa en tu casa ¿Sí? No te muevas de allí y descansa, sobretodo quédate tumbado y tápate con alguna manta.. Anda que ponerte tu malo, mira que es raro eso. ¡Nos vemos enseguida, cari!.-

No le doy tiempo a decir nada más, es cabezón como él sólo y sé que me va a decir que no así que, para que desperdiciar el tiempo. Recojo mis cosas y voy directa al aparcamiento, le digo a Flo que voy a ir a pasarme a visitar al enfermo, nos damos dos besos y salgo casi corriendo, quiero darme prisa.. Antes de llegar a casa de Dani me paro a comprar algo de comida, sobretodo cosas calientes y que no lleven mucha cosa, estoy segura de que no tiene nada éste chico, conociéndole. Al final le cojo bastante cosa por si acaso, me vuelvo al coche y llego a su calle, recuerdo perfectamente cual es su casa, cuántos recuerdos.. Me abren la puerta y no tengo que ni tocar el telefonillo, llego con todas las bolsas y toco a la puerta, espero que no esté dormiendo. Me abre y lo único que puedo hacer es mirarle, observarle.. ¿Qué le ha pasado? Tiene un aspecto horrible, no es el Dani que yo conozco, no lo había visto tan mal.

- ¿Qué, me dejas entrar o me quedo aquí con toda la compra?- me sonríe y me deja pasar, voy directa a la cocina y él se queda de pie, mirándome. Empiezo a colocar las cosas en los cajones, él de mientras se vuelve a tumbar en el sofá y se coloca la manta.-
- Tú como si estuvieras en tu casa, no te preocupes.. Veo que te acuerdas bien ¿No?- se empieza a reír, como puede medio tosiendo- Ya te dije que no vinieras, que no hacía falta.. Ésto dentro de poco se me quita, ya verás y estaré como nuevo.-
- ¡Sí claro! Se te va a quitar por arte de magia ¿No? Anda que, si sabes que me necesitas.. No sabrías hacer nada, mira te estoy cocinando una sopa caliente, así te ayudará. Tú sólo acuéstate que me encargo yo de todo, eh. ¡No te preocupes por nada, cari!- me siento en el sofá de al lado mientras la sopa se va haciendo, él me vuelve a mirar pero casi no consigue mantener los ojos abiertos.-
- Gracias por haber venido pequeña.. En realidad se que llevas razón, pero ya sabes que no me gusta dartela. Los mandos de la televisión están ahí, puedes poner lo que quieras yo dudo mucho que consiga quedarme despierto.. Oye Annita ¿podrías..?.-
- Tranquilo, no te preocupes por nada ¡ya te lo he dicho! Tú descansa que te hace falta.. ¿Qué me decías Daniel? Eh, ¿estás ahí o no?- salgo de la cocina, me giro al sofá donde está tumbado y me doy cuenta de que se ha quedado dormido, completamente..

 Me acerco a él y le tapo con la manta, le quito los mandos de al lado y le recojo el salón.. Me da pena despertarle así que le preparo la mesa con la comida y como no tengo nada que hacer me siento al lado de él y le observo. Nunca le había visto así tan hecho polvo, en realidad nunca le he visto refriado, ni enfermo. Así resulta mucho más adorable de lo que es en realidad, parece un niño bueno de los que no han roto un plato en su vida.. Le doy un beso en la frente y empiezo a mirar la televisión, a ver si hechan algo bueno. Me acomodo en el sofá de Dani y veo las series que hechan a ésas horas, me engancho muy facilmente así que.. Decido levantarme, sin hacer mucho ruido, y ponerme a colocar un poco la casa ¡la tiene hecha un desastre! Este chico, cuándo aprenderá. Empiezo en su habitación, y de mientras me pongo a mirar sus fotos, reconozco a su hermano y a sus padres, luego hay gente a la que no conozco de nada, también están alguno de sus amigos. Al cabo de media hora ye he recojido su habitación, toda la ropa tirada en la cama, los pañuelos utilizados y demás cosas, no me puedo creer que esté haciendo ésto. Ni siquiera suelo recojer mi apartamento, soy de las que tiran la ropa que se han probado encima de la cama, de las que dejan incluso las toallas después de haber salido de la ducha en el baño, en fin un completo desastre.. Y aquí estoy, recogiéndole las cosas y ordenándole la habitación a Dani, si me estuvira viendo fliparía, seguro.